De esta manera se ha convertido en un procedimiento habitual y 100% compatible con mujeres activas de todas las edades y por ello ocupa el segundo lugar en frecuencia en las mujeres a nivel mundial.
Hoy, gracias a los avances de la ciencia y la tecnología, las pacientes cuentan con implantes mamarios de 5ª generación. Sin embargo, es importante destacar que la Sociedad Chilena DE CIRUGIA PLÁSTICA – SCCP – recomienda realizar esta y otras cirugías plásticas con un cirujano plástico certificado, de manera de hacer de este un procedimiento seguro y que se ajuste efectivamente a las necesidades del paciente.
Respecto del uso de implantes, existen marcas certificadas que dan plena seguridad. La tendencia hoy en día en el mundo es por el uso de implantes de silicona de cohesividad alta, microtexturizados o lisos, redondos o anatómicos y de perfil alto o extra alto según la paciente. Los implantes mamarios sirven para aumentar el volumen de los senos, corregir asimetrías y para la reconstrucción de las mamas.
Si bien una cirugía de implantes mamarios es compatible con mujeres de todas las edades, es recomendable que sea a partir de los 18 años de edad, ya que a esa edad se ha completado en la mayoría de los casos el desarrollo mamario. Por otro lado, la paciente tiene la madurez psicológica adecuada para juzgar el cambio. En casos de asimetrías severas, u otras malformaciones congénitas, la decisión es del médico tratante en consenso con la paciente.
En el caso de las mamas caídas, no es necesario siempre el uso de prótesis. El procedimiento en este caso es la mastopexia, en la cual se remueve la piel excedente y se reacomoda los tejidos glandulares para lograr la apariencia de volumen, posición y proyección adecuadas a las condiciones anatómicas de cada paciente. Los implantes se utilizan sólo en caso de que la paciente desee aumentar su volumen o no tenga el volumen necesario, siempre en consenso con el médico tratante ya que la elasticidad de la piel juega un rol fundamental en la decisión de complementar volumen con un implante protésico.
En el caso de mujeres que quieran tener hijos y amamantar, la cirugía de aumento de mamas no afecta la función de la glándula mamaria y, por lo tanto, la producción de leche durante el período de lactancia será igual con o sin implante. Por otro lado, la colocación de implantes mamarios no es un impedimento para la realización de ecografías o mamografías. El único requisito recomendado es dar aviso al profesional que realiza el procedimiento que se llevan implantes.
Como vemos, existen diversos procedimientos para corregir diferentes problemáticas y no siempre el uso de implantes es requerido. La mamoplastía de aumento corresponde al procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo recuperar el volumen perdido luego de procesos como la lactancia o falta de desarrollo de las mismas. La mayoría de las veces se requiere el uso de una prótesis para dar solución adecuada. La reducción mamaria, en cambio, corresponde a la cirugía que permite reducir el volumen y recuperar la posición de las mamas en pacientes que han sufrido un aumento de volumen significativo durante su vida, muchas veces desde la juventud, lo que produce en la mayoría de los casos dolor de hombros, cuello y espalda además de las dificultades de encontrar sujetadores adecuados.
La cirugía plástica mamaria también permite corregir las asimetrías mamarias, que son trastornos del desarrollo (genéticas) que pueden llegar hasta la ausencia de la mama y que necesitan de procedimientos quirúrgicos más complejos para la recuperación del volumen y simetría. Incluso la cirugía mamaria masculina para tratar la ginecomastia permite corregir problemas de volumen en la glándula mamaria en hombres, la que tiene múltiples causas y que requiere en la mayoría de los casos una cirugía para su tratamiento, asociada a lipoaspiración o también considerar el uso de un implante pectoral.
Por último, y muy importante, en casos de pérdida de una mama por cáncer, la medicina estética moderna permite hoy la reconstrucción mamaria, existiendo en este caso varias alternativas para dicho tratamiento, entre las que se cuentan tejido autólogo (de la propia paciente), aloplásticos (expansores y prótesis) y una combinación de ambos.